Torreon, Coah.
Edición:
18-Mar-2024
Año
21
Número:
898
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¡PARE ESTO POR FAVOR! : LA ESTAFA (Parte dos) / 806


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Por:
Gloria Ruiz García
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26-11-2021
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Edición:

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Y ESO… ¿ES BUENO O ES MALO? /

POR: GLORIA RUIZ G.

¿No habrá policía verdad? Preguntó uno de los cómplices en la estafa cuando pidió verme; solo se hundirían más; el mensaje llegó vía WhatsApp desde el número que sigo teniendo registrado con el nombre de Juan Pablo Vázquez, servidor de la nación, porque no tengo duda que él lo siguió usando hasta que logré que el chivo expiatorio que enviaron para que se entrevistara conmigo queriendo confundirme, me entregara el chip luego de que se dio cuenta que se estaba metiendo en un grave problema.

En seguimiento a la investigación sobre la estafa cometida mediante la publicación en Facebook de una supuesta madre de una niña hospitalizada y luego fallecida en Monterrey N.L. pero originaria de Acuña, logré recabar más evidencias. Luego de publicar la primera parte de este caso, no tardó en comunicarse de nuevo Juan Pablo Vázquez Santiago, esta vez el tono de su voz era muy diferente, empezó a llorar suplicando que lo ayudara “Por favor ayúdame Gloria, yo sé que no eres mala” respondí que efectivamente no soy mala, solo estaba publicando el resultado de las entrevistas y testimonios que obtuve investigando el caso, incluyendo sus declaraciones, pero seguía llorando y suplicando al grado de decir que si le decía quiénes son las personas afectadas, él les regresaba el dinero, hizo una pausa de segundos y agregó “No soy responsable pero veo la manera de darles…” Hizo mención de que perdería su trabajo como servidor de la nación y que Emilio de Hoyos (próximo alcalde) ya no le daría trabajo en enero; así mismo quiso chantajearme mencionando que hace poco se había querido cortar las venas y que su mamá estaba muy enferma y necesitaba una cirugía, no dejaba de llorar; mi respuesta fue pedirle que me enviara las pruebas que decía tener de su inocencia, era la única forma en que podía ayudarle y esperando que esas pruebas fueran reales y convincentes. Antes de publicar el artículo, había obtenido testimonio de personas que lo conocen y me enviaron evidencia de que recientemente le habían llamado por teléfono al número terminación 3729 o enviado mensaje por WhatsApp; así que las pruebas que luego me enviaría Juan Pablo, no fueron convincentes de ninguna manera; conversaciones con una persona que trataba de ayudar a la supuesta madre afligida y en las que más bien, Juan Pablo trataba de tener una coartada diciendo que él también había hecho una aportación. Ese mismo día, 15 de noviembre, se comunicó de nuevo Alejandro Cabello por mensaje escrito en WhatsApp, para decirme que quería verme y decirme algo muy importante que me haría dar con pie en esta historia, que se sentía muy mal de que otras personas salieran afectadas por su culpa. Lógicamente para ese momento todo me indicaba que quien me escribía en realidad era Juan Pablo Vázquez; el supuesto Alejandro Cabello dijo algo que lo comprobó “Usted dijo que le faltaba hablar conmigo personalmente y que lo haría” le pregunté que cuando dije eso y respondió “En su nota” Yo nunca escribí eso, pero si se lo dije a Juan Pablo cuando me llamó. Accedí y propuse el estacionamiento de Soriana, público y donde hay cámaras; él preguntó “¿No habrá policía verdad?”. En punto de las 3:30 pm llegué en el día señalado, 16 de noviembre; impaciente al ver que nadie se acercaba, envié mensajes preguntando si tardaría y como estaba vestido, me contestó que ya iba y quería que yo le dijera como estaba vestida pero no accedí y exigí que él se identificara; dijo que me vería en la puerta de la tienda y allí me dirigí; no tardó en llegar un joven a bordo de un taxi; de inmediato supe que no era Alejandro Cabello porque a él le calculo por la voz entre 40 y 50 años de edad y se expresaba correctamente; este era un joven de unos 25 años, tatuado y su vestimenta no era nada formal; se le notaba el nerviosismo y algo me dice que está involucrado un taxista, quizás el que lo llevó. Para empezar, me dijo que se llamaba Ezequiel y que iba a aclarar que él tenía ese número, el 3729 y no sabía por qué le estaban llamando y diciéndole cosas sobre una niña que había muerto, que no quería ya que le estuvieran llamando; le dije que no le creía, que me mostrara su celular y las conversaciones que habíamos tenido, pero se negó; le dije que le dijera a Juan Pablo que no le había salido bien, “¿Quién es Juan Pablo?” respondió, Tú sabes quién es, le dije y enseguida se retiró y lo vi abordar un taxi en la calle y decidí seguirlo, entró al fraccionamiento Altos de Santa Teresa; estaba tratando de ubicarlo cuando me llama del mismo número en cuestión, me dijo “Soy el que habló con usted en Soriana, quiero decirle la verdad, fue José Luis el que tramó todo junto con la muchacha de Monterrey (entra a escena José Luis, nunca antes mencionado) si usted quiere le llamo delante de usted para que vea que le digo la verdad, yo no quiero problemas” quedó de enviarme la ubicación y tardaba, así que le envié mensaje de voz para pedirla de nuevo; me respondió que si ya o cuando llegara José Luis (extraño) enseguida envió ubicación y al llegar estaba acompañado de otros sujetos con el mismo aspecto; quizás esperaban verme llegar sola pero no fue así; se dirigió caminando a otra vivienda cercana y hasta allí llegué, era su casa, su actitud cambió y mientras comía algo comprado en algún restaurante de comida rápida, fue narrando como es que el tal “José Luis” lo encontró en Oxxo cercano y le ofreció “una lana” por ir a hablar conmigo, le dio 100 pesos y un celular de esos baratitos que no pueden usar internet, también le dio el chip terminación 3729 y le indicó lo que debía decirme; después le llamaría dijo; para darle más dinero y recoger el chip, per ya no se comunicó, Ezequiel, sacó el chip del celular por temor a ser ubicado; aseguró que no conoce a Juan Pablo y de José Luis dijo saber que vive en “Funda” (Fundadores) pero insistió en que no lo conocía y que ahora se daba cuenta que se estaba metiendo en un problema grande por nada; le pregunté cuanto quería por el chip y respondió “Se lo regalo” asentí y me lo entregó. Acto seguido, me retiré, estaba más convencida que nunca de que Juan Pablo Vázquez Santiago, estaba detrás de todo y de que era él quien me contestaba los mensajes por WhatsApp mientras Ezequiel usaba el chip en su telefonito solo para llamadas; es decir, Juan Pablo y su cómplice, el que contrató a Ezequiel, se habían quedado conectados a WhatsApp con el mismo número 3729 y chateaban conmigo haciéndome creer que era Alejandro Cabello primero, luego Ezequiel. Introduje el chip en un celular y comprobé que se trataba del 3729, lo tenía; lo entregaré a las autoridades competentes.  Aun así, no podía ni puedo confiar en Ezequiel, porque hicieron demasiado enredo. Tengo más evidencias que presentaré en la ampliación de denuncia porque ya presenté denuncia contra quien resulte responsable por amenazas y lo que resulte; sé que debía hacerlo por protección, los estafadores son gente sin escrúpulos, sin embargo, hasta hoy ningún afectado ha interpuesto denuncia, es la triste realidad. Juan Pablo Vázquez Santiago, servidor de la nación, está involucrado en la estafa, fingiendo una enfermedad que, aunque la tiene exagera y busca mantenerse incapacitado; hasta hoy la encargada de Bienestar a nivel regional no ha hecho declaraciones pero si nos envió emisario para solicitar que le envíe todas las pruebas que tengo contra Juan Pablo; por instrucciones de Reyes Flores Hurtado, delegado estatal de programas sociales del gobierno federal; si realmente quieren hacer algo al respecto, que las tomen de mis publicaciones. Soy Gloria Ruiz, la voz del pueblo, la válvula de escape para muchos, la politóloga del proletariado… To be continued.

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