POR: SAMUEL CEPEDA TOVAR
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Gobernaron Afganistán entre 1996 y 2001; impusieron la interpretación más radical del Islam: la Ley Sharia, tan radical que prohíbe a las mujeres estudiar y trabajar, además de cubrirse de manera obligatoria todo su cuerpo a excepción de sus ojos usando una burka. A quienes no están casados se les prohíbe tocarse, abrazarse y besarse en público, si una mujer se para cerca de su novio se le castiga con 23 latigazos en público, para los hombres la poligamia está permitida y son quienes deciden cuando una mujer del hogar debe casarse sin importar su edad; las mujeres no pueden gastar el dinero de sus maridos sin su permiso, la voluntad en el matrimonio es siempre masculina. Están prohibidos los tatuajes y a los hombres no se les permite pintarse las canas, las mujeres no pueden reírse en público. Con el simple hecho de que un hombre acuse a su mujer de adulterio el castigo es la lapidación, sin mediar juicio o investigación alguna, basta solo con la palabra del hombre. Si una mujer llega a ser testigo de algún delito como un robo o una violación debe quedarse callada, pues si atestigua se le castiga con 80 latigazos. También está prohibida la música, la televisión y los juegos. Esta ley rigió Afganistán en el periodo ya mencionado y llegó a su fin en 2001 debido a los atentados a las torres gemelas por el grupo extremista Al Qaida, grupo protegido por los talibanes y quienes al negarse a entregar a Osama Bin Laden, líder de Al Qaida a la justicia norteamericana, fueron invadidos y ocupados por un lapso de tiempo que ha llegado a su fin con el retiro definitivo del comando estadunidense en Afganistán y por ello los talibanes han comenzado a regresar a dicho pueblo y avanzan meteóricamente, casi sin resistencia y han logrado que el actual presidente afgano, Ashraf Ghani, huya del país con lo que se avecina nuevamente un gobierno bajo los talibanes con lo que seguramente la ley sharia será nuevamente aplicada. A los gringos no les importa el tipo de régimen que se quede a gobernar, luego de asesinar a Bin Laden su presencia dejó de tener sentido, puesto que, Al Qaida, que no necesariamente son talibanes, sigue operando en otras áreas de la región. Además, hay que precisar que la llegada de los talibanes en los años 90 fue gracias al apoyo del gobierno norteamericano con tal de eliminar cualquier rastro de poder soviético que fueron los dueños de Afganistán durante los 10 años de ocupación soviética. No es otra guerra, es un retorno de quienes fueron desplazados, de hecho, ha habido muy pocos combates, los estadunidenses se retiran por el acuerdo firmado en febrero del año pasado (2020) tras los fracasos de las rondas de Doha en 2018 y la retirada definitiva de aquel país se completará el 31 de agosto de este año. Los talibanes ya han anunciado la creación del Emirato Islámico de Afganistán similar al de los años noventa. Afganistán ha sido un pueblo que ha sufrido, invadido y gobernado por rusos y norteamericanos, acostumbrado al sojuzgamiento, pero también a la rebeldía, a la resistencia, y sin duda alguna juzgado duramente por occidente por la aplicación radical del islam en sus reglas civiles. Solo su pueblo es quien decidirá en algún momento cambiar su régimen interno o continuar con su estilo de vida tan particular y convulsivo.
