POR: REDACCIÓN
Lerdo, Durango.-
Sucedió durante la clausura del ya famoso Festival Lerdantino, cuando la alcaldesa de este pequeño municipio duranguense, María Luisa González Achem, daba su discurso ante los miles de ciudadanos congregados para la ocasión. Hartos de la escasez del vital líquido, a un solo grito, los lerdenses ahí congregados gritaban al unísono: ¡Agua! ¡Agua! ¡Agua!
Por supuesto, el área de comunicación social solo distribuyó las imágenes en las que se ve a funcionarios municipales e invitados especiales sentados en el área VIP de las gradas, aplaudiendo y adulando a la munícipe lerdense, una de las más repudiadas de los últimos años por su pésimo trabajo en la administración municipal.
Pero la escasez de agua no es el único problema de la otrora “Ciudad Jardín”, pues otros servicios como la recolección de basura fallan frecuentemente, sobre todo, en los sectores de la periferia, donde la basura se acumula, a veces, durante días. Asimismo, áreas como el vivero municipal lucen descuidadas y deterioradas por la falta de atención por parte del municipio, lo que ha generado una ola de repudio por parte de los ciudadanos que acuden a diario a este lugar para ejercitarse o pasear con la familia. Ante tal panorama, la ciudadanía no duda en afirmar que parece que Lerdo se está cayendo a pedazos ante la inoperancia de las autoridades municipales.
Y es que desde que se anunció la realización de una nueva edición del Festival Lerdantino se presentaron protestas por parte de los ciudadanos, reclamando un derecho humano reconocido por la Constitución Mexicana: el agua. En una manta colgada en la plaza de armas, frente a la presidencia, se reclamaba que los lerdenses lo que querían era agua y no fiestas.
De acuerdo con varios ciudadanos con los que conversó este semanario, no se oponen a la realización del evento, al contrario, reconocen que promueve el turismo, la convivencia familiar y representa una derrama económica para el municipio. Sin embargo, prácticamente todos coinciden en que habría que establecer prioridades, y el dotar del vital líquido a los ciudadanos debe ser una de las principales.
Debido a lo anterior, vecinos de colonias como la César G. Meraz, Emiliano Zapata, Villa de las Flores, entre otras, decidieron manifestarse por la escasez del líquido a pesar de que se encuentran al corriente en el pago del servicio, lo que no les vale para que reciban el suministro para cubrir cuando menos sus necesidades más apremiantes como lavar la ropa o asearse, menos, para los sanitarios.
Por supuesto, la alcaldesa González Achem negó el desabasto al afirmar que con la totalidad de los pozos que abastecen al municipio funcionando, el abasto estaba garantizado, aunque en domicilios en el centro de la ciudad y colonias como la 5 de mayo, el agua seguía cayendo apenas a gotas, insuficiente para cubrir las necesidades de las familias, tal como pudo verificar Sin Censura.
Ese es el tema de moda en Lerdo. Cuando las familias o los amigos se encuentran, después del saludo de cortesía la pregunta obligada es; ¿tienes agua? Para dar paso a un acalorado intercambio sobre las vicisitudes que pasan para cubrir sus necesidades, mientras en la presidencia municipal la alcaldesa se indigna y pide respeto para su administración. El respeto se gana, no se exige.
Pero la indignación de González Achem, hermana de Luis Fernando, también ex alcalde de Lerdo, tiene su origen en las declaraciones que han hecho varios candidatos a la alcaldía que se encuentran en plena campaña, y no por los dichos y las quejas de la ciudadanía, esa poco o nada le importan, como ha demostrado en múltiples ocasiones.
Para nadie es un secreto que la alcaldesa lerdense es de mecha corta, y en este momento anda enojada hasta con su propio partido, debido a que le negó la posibilidad de buscar la reelección como resultado de su desastrosa gestión, por decir lo menos. En Lerdo es un secreto a voces que ella y su familia ha utilizado el cargo para, presuntamente, amasar beneficios considerables en muy poco tiempo.
El desprestigio que arrastra es tal, que incluso le negaron unas de las posiciones principales dentro de la panilla priista para su hijo Samir, quien ni tardo ni perezoso, y por órdenes de su madre, se refugió en la segunda posición de la planilla del Partido del Trabajo, dejando en claro que ni a él ni a su progenitora les importa nada más allá que el poder por el poder.
Las elecciones son en un par de semanas más, y ahí se verá el tamaño del repudio que guarda la ciudadanía en contra de González Achem y su parentela. No debe ser poco, teniendo en cuenta que los lerdenses padecieron a Carlos Aguilera, Roberto Carmona y Luis de Villa, y aun así votaron por el PRI. Pero ahora, el grado de desprestigio es tal que el candidato tricolor, Homero Martínez, decidió no utilizar el logo del tricolor en su propaganda, y en los anuncios que lo hace es apenas perceptible. De ese tamaño son las posibilidades de ganar que tiene el ex tesorero municipal. En Lerdo, no se habla de otra cosa que la histórica derrota que los priistas sufrirán a manos del partido de moda en Lerdo y Gómez Palacio, dos municipios eminentemente priistas. Lo sabremos con certeza el próximo 2 de junio.
