Torreon, Coah.
Edición:
29-Abr-2024
Año
21
Número:
902
Inicio » COLUMNAS » HIDALGO Y LA MARCHA POR EL DESIERTO / 696

HIDALGO Y LA MARCHA POR EL DESIERTO / 696


|
Por:
Sin Censura
|
23-03-2019
|
Edición:

|
Compartir:

POR: GUILLERMO OROZCO R.

El 21 de marzo es una fecha emblemática en la historia nacional, pues aparte de la celebración del nacimiento del Benemérito Benito Juárez, hay otra fecha importante,  representa la antesala de la terminación de la primera etapa de la guerra de independencia. Miguel Hidalgo intentó reagruparse después de su derrota en el puente de Calderón y se dirigió al norte. Sale de Saltillo rumbo a Monclova el 17 de marzo de 1811, con apenas  mil soldados, alrededor de 500 mil pesos, barras de plata en catorce coches escoltados en la retaguardia y la mayoría de los caudillos. Confiando en la lealtad del capitán Ignacio Elizondo, que abrazó la contra revolución, Hidalgo pasa por Santa María, Anhelo y el Espinazo del Diablo, con muchas penurias, fatigados y sin  agua, son sorprendidos en una loma de Acatita de Baján (del municipio de Castaños), lugar cercano a Monclova; Coahuila el 21 de marzo de ese año, cayendo prisioneros:  Miguel Hidalgo, Ignacio Allende, Mariano Abasolo, Ignacio Aldama, Mariano Jiménez, Camargo, Mariano Balleza y José Santos Villa, además de don Mariano Hidalgo, clérigos, religiosos y demás seculares, y la vanguardia del diezmado ejército,  los catorce coches y el grueso del ejército.

Hidalgo no venía en coche sino a caballo, acompañado de un clérigo y una escolta de 40 hombres, Elizondo lo saludó fingiendo ser cordial y se unió a la retaguardia. Cuando Hidalgo llegó a donde se encontraba el grueso de los realistas, Tomás Flores le marcó el alto en nombre de Fernando VII.  El cura Hidalgo trató de sacar su pistola, pero el hijo de Flores se lo impidió, “si piensa Usted hacer armas estará  perdido”.

El oficial  Flores les pidió la rendición. Desde el interior de un coche Allende gritó que prefería morir antes que rendirse y disparó su pistola contra Flores. Erró el tiro y los realistas contestaron con una descarga cerrada que mató a Indalecio Allende Herrera (hijo de Allende)

Los insurgentes cayeron en tal número que no bastaron las sogas y hubo necesidad de emplear los cabestros de los caballos. A las cinco de la tarde había seiscientos hombres atados y el enorme botín incautado. De este modo el virreinato logró capturar a  los iniciadores de la independencia. A partir de entonces el paraje donde sucedieron los hechos es bautizado como “paraje del prendimiento”.

Deseoso de venganza y de que no se tuviera duda acerca de la aprehensión de los caudillos, Félix María Calleja tenía la idea de exhibirlos en todos los lugares importantes de la Nueva España. Sin embargo el Virrey Francisco Xavier Venegas temeroso de las reacciones del pueblo, ordenó que fueran llevados a San Luis Potosí y ajusticiarlos en el acto,  aunque después decidió alejarlos más del centro y llevarlos a Chihuahua, ya que Bajan pertenecía a la jurisdicción de las provincias internas con sede en esa Ciudad norteña.

Los libros de texto no profundizan lo penoso del recorrido de los prisioneros y refieren de manera muy simple la marcha por el desierto, sin imaginar lo que significa los más de 900 kilómetros de Monclova a Chihuahua que recorrieron y el sufrimiento de los prisioneros durante la larga travesía. Marchaban durante el día en medio de una fila de soldados, un guardia jalaba el ronzal (cuerda atada a la cabeza o cuello de una mula o caballo) y otro marchaba a la espalda de cada uno picoteándolo con una lanza. En Monclova un herrero francés ya les había esposado remachándolos con  grilletes y a pesar de ello por las noches se les ataba uno con otro, siempre en continua vigilancia.

De este modo parten hacia Chihuahua desde el día 26 de marzo: de Monclova a  Santa María de las Parras. Pasan al Álamo (hoy Viesca, Coahuila), a donde llegan el 3 de abril.  Aún permanece en pie en esta villa, la casa en donde estuvo prisionero el caudillo insurgente. Siguieron su marcha cruzando la comarca lagunera rumbo a Mapimí, pasando por Santa Margarita (hoy Las Margaritas), los insurgentes y sus captores atraviesan el caserío del Gatuño (hoy Congregación Hidalgo). Posteriormente cruzan la Vega de Marrufo (hoy Matamoros de La Laguna), en donde ya había algunas familias asentadas.

El último punto del estado de Coahuila por el que pasó Hidalgo es la Chona, cerca del ejido la Concha en el actual municipio de Torreón,  a espaldas de la Universidad Iberoamericana  y posteriormente El 8 de abril de los insurgentes entraron al territorio de Durango por el poblado de San Sebastián.  Del actual municipio de Gómez Palacio.

De modo infrahumano cruzaron gran parte del bolsón de Mapimí, llegando al mineral denominado precisamente,  Santiago de Mapimí el 9 de abril donde  permanecieron recluidos en una casa frente a la plazuela que era el Curato Viejo,  al lado sur de la iglesia. Algunos dicen que en este lugar los prisioneros estuvieron hasta el 13 de abril; otros aseguran que permanecieron en Mapimí hasta el 18. De ahí salieron con rumbo a Chihuahua, pasando por la Cadena, Pelayo y el Derrame, último punto del estado de Durango.

De este modo  casi treinta insurgentes llegaron a Chihuahua el 23 de abril tras más de un mes de penosísimo viaje. A su paso por los pueblos de Chihuahua se prohibió a los lugareños que dieran muestras de compasión hacia los prisioneros, bajo pena de fuertes multas económicas o castigos corporales.

Siguieron el antiguo camino del rancho de Ávalos (hoy Panteón de Dolores) y la gente, con asombro y tristeza, los vio pasar por las calles con rumbo a los lugares de su prisión: el Real Hospital Militar ubicado en el excolegio de Nuestra Señora de Loreto  y en el convento de San Francisco. Durante su estancia de poco más de dos meses en la Villa de Chihuahua, Hidalgo estuvo preso en el cuartito número 1 del Hospital Militar después de ser degradado de su calidad de eclesiástico, formado por la inconclusa torre de la capilla del excolegio de jesuitas, totalmente incomunicado y vigilado permanentemente.

Ahí fueron procesados, Allende, Jiménez y Aldama y fusilados el 26 de junio.  Hidalgo hasta el  30 de julio. El verdugo  fue un indio mezcalero de la población de Nombre de Dios, Durango, quien  le cortó de un tajo  la cabeza.

El cuerpo de Hidalgo fue amortajado con una sotana y expuesto al público durante días, hasta que fue sepultado y su cabeza, junto con las de Aldama, Jiménez y Allende, fueron llevadas a Guanajuato y colocadas en las esquinas de la Alhóndiga de Granaditas en jaulas de hierro. Donde permanecieron cerca de  10 años.

Con este acontecimiento concluye la primera etapa de la independencia de México conocida como la iniciación.

Guillermo Orozco Rodríguez.- Marzo 25 de 2019.

Fuente:  De la Conquista a la Independencia

Sin Censura | Todos los derechos reservados 2022 | Torreón Coahuila | Donato Guerra 461 sur
menu