LA COLUMNA DE FIDENCIO TREVIÑO /
POR: FIDENCIO TREVIÑO MALDONADO
-Esta vocación del cambio de piel morena no se da por la actriz de la película ROMA, Yalitza Aparicio, tan de moda entre la gente de los espectáculos, ¡No!, se da en la clase política aldeana, estatal y nacional, por MORENA. De pronto, cual pasto en suelo húmedo, nacieron y crecieron cientos de organizaciones, asociaciones y grupos políticos que, como los camaleones, usaron el mimetismo y cromatismo para cambiar de forma y color y, al igual que las serpientes mudan de piel y los zorros cambian el pelaje, pero las mañas siguen siendo las mismas. Ser idealista, socialista, comunista, de izquierda, o dizque luchador social, no es sólo cambiar a un partido diferente que se dice Regenerador Nacional, después de pertenecer a un partido de derecha, ultraderecha , conservador o sólo dejarse llevar por el vaivén de los que gobiernan.
Buscando un bienestar muy particular, son muchos los cabildos que ahora están divididos por intereses personales o familiares y raramente por ideologías o defendiendo causas perdidas cambian de pelaje.
Y la nueva piel es MORENA, quesque ahora a esta organización o movimiento le ven futuro un "futuro" promisorio para los que se cambian, y muchos de estos personajes dejan atrás un legado de corrupción de los que en sus partidos anteriores fueron la viva imagen de la soberbia, el cinismo, la corrupción y las sinvergüenzadas y, ahora que la ruindad les cayó a palos, sólo les queda buscar otro árbol para que les de sombra. MORENA es la moda en los de la Casta Divina, columpiándose y meciéndose en la popularidad de López Obrador, la que les da valor para subir a la palestra y predicar y hasta anunciar que los sueños, las esperanzas del mexicano, están por cumplirse. Nunca se ha visto a la fecha que alguno de los "arrepentidos" confiese o haga un testimonio de porqué dejó a su anterior partido; inclusive, que diga como fue el trato que recibió del PT, del PRI, del PAN, del PRD, del PES, u otros cientos de partidos políticos en los estados y a nivel nacional, los mismos que hace años maldecían a López Obrador, los que le dijeron mesiánico, loco, populista, y otros duros epítetos ahora con sus lenguas le limpian sus zapatos y, eso sí, siguen buscando puestos y algunos con el efecto cucaracha han corrido con suerte y se salvaron del zapatazo y hasta se acomodaron en otro escalón más de su carrera política.
Los valores, los preceptos y rasgos humanos y cívicos de los que alguna vez hablaron estos TARTUFOS de nuestra agria política nacional, sólo fue de los dientes para adentro, nunca ejercitaron ningún rasgo hacia la sociedad que es la que les paga sus dietas y caprichos. ¿Qué tan aletargada será nuestra legislación, que aún no encuentran ni forman una comisión anticorrupción? Es decir, estos legisladores (senadores y diputados ) creen, porque se duda que piensen, que todos son de su condición, es decir, que los mexicanos estamos rasados a su nivel y mientras en otros países la corrupción se paga con la cárcel o la muerte, aquí apenas andamos buscando, cual Diógenes, con una lámpara encendida en pleno mediodía un hombre o mujer honestos, de ahí que sólo un interés exista: el del poder y que la convicción que da un partido político es puro cuento y ahora ante el Movimiento de Regeneración Nacional muchos onagros se brincaron las trancas y pertenecen a MORENA. En algunos municipios en donde ya Morena administra, está la división entre estos grupos, un antagonismo que se ve, por quítame estas pajas y es el pueblo quien la lleva, es decir, parece ser una copia al carbón de lo que aconteció apenas hace 5 años en el PRD, en donde las tribus, los clanes y hordas a mordiscos y patadas ellos mismos cavaron sus tumbas. Ahora sucede que no es casualidad, sino un perverso interés el que revela que cientos de políticos seguirán en su ritual de placeres que dan los altos sueldos y el bienestar con derecho de mandar y taparse con el vellocino de oro llamado MORENA, para seguir disfrutando de una mentira aparente que radica en acto de seguir mintiendo, ya que por cambiarse y pertenecer ahora a X partido que está en poder va a cambiar, si su dogma es seguir jodiendo a los habitantes hasta la ignominia. Es decir PERRO QUE COME HUEVOS, AUNQUE LE QUEMEN EL HOCICO; va a seguir comiendo huevos.
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